Puede un simple gesto... una fotografía, un poco mas de 50 palabras, una melodía, en fin, un cúmulo de cosas pequeñitas y sencillas arrancarte un sentimiento, así, profundo, de esos que se sienten no sólo en el alma, sino en el cuerpo, de esos que te hacen palpitar el corazón, que te sacan una sonrisa y un suspiro.
La respuesta es SI, sí puede.
Vienes a mí desde un espacio desconocido, vienes desde la nada, atravesando cables, modems, teclas, pantallas. Vienes de improviso, intruso, sorpresivo, y con un simple gesto, con un acto de ternura que huele a juego de niños, en un segundo, lo inundas todo. Me sacas de mis cosas cotidianas, atraes mi atención, me hablas, sin voz, me miras desde una fotografía inanimada, y sin estar, sin ser un ser tangible, real, haces brotar de mí una sonrisa.... un sentimiento, un temblor que me estremece, que me hace sentir viva.
Y pasas desde la nada a trascender aquí en mi mente, porque de este lugar, de esta vida, sólo habremos de llevarnos el conocimiento y el amor.... entendiendo por amor cada gota de ternura recibida.... cada gesto, cada sonrisa germinada por el riego suave de tu presencia. Y desde hoy y para siempre, tengamos o no una historia en el plano real, tenga este cuento o no un final de poesía, tenga esta vida guardada un espacio para un encuentro entre nosotros, en fin, desde hoy y para siempre algo de ti trasciende en mi, y me lo llevo en mi eterno viaje de ser.